A medio día un calor infernal, parecía que estuviéramos en pleno desierto, una cerveza no cae nada mal para apaciguar esa temperatura de casi 40 grados a la sombra en la ciudad de Oaxaca.
Cerca de las cinco de la tarde el cielo amenaza con lluvia, una media hora después, esa amenaza se cumple y el cielo empieza a escupir tremendas gotas de agua, tras ellas granizos de unos tres centímetros de diámetro.
En las calles, al oriente de la ciudad, se ve una alfombra blanca en los patios de las casas y las calles, eso sí, muy helada.
Víctor corre con Libertad para quitar las macetas del corredor y no se vayan a maltratar con esas “piedras” blancas que están cayendo del cielo.
Libertad posa para la cámara de su papá, para que le tomen fotos en medio de los granizos, ha dejado de llover un poco, pero la alfombra blanca sigue ahí, y justo ahí se ha parado Libertad para que le tomen fotos y haya testimonio de que por la casa sí cayó granizo.
Es así como termina un día de altas temperaturas en Oaxaca y hemos cambiado la cerveza por un tesito bien caliente para apaciguar la estela de frío que ha dejado la lluvia y el granizo.
sábado, 31 de marzo de 2007
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